27 enero 2007

Ara si que si!

Esta tarde estaba en casa medio escuchando música medio actualizando el iPod, y en eso que empiezo a mirar a mi alrededor y pienso: aquí falla algo... En eso que olvido la música y el iPod y me quedo pensando en ello. "Necesito un lugar donde pueda estar haciendo mis cosas en el ordenador cómodo, sentado como dios manda, no medio encurvado sentado en el borde del sofà. Necesito un lugar en que pueda estar haciendo lo mismo que estaba haciendo pero cómodo, escuchando la música, leyendo, escribiendo, lo que sea ...de hecho, siempre he sido más bien de silla."

Como un autómata he empezado a mover un sofá, lugo el otro, luego la mesa de centro, ...me lo miro, hago una nueva combinación, ...me lo remiro..., me voy a la cocina y me quedo mirando la mesa (la pobre mesa olvidada), pensando en ella como pieza clave en el remake del apartamento que se estaba gestando: Hoy la protagonista eres tu.

Le he quitado el mantel con el que los insensibles de la agencia la habían tapado, ...luego el hule. Sin mirarla todavía, los he apartado cuidadosamente, con intriga me he dado la vuelta ...y allí estaba. Blanca, reluciente, se le veía la pata central y la base con sus cuatro patas alargadas. Qué pena -he pensado- con lo bonita que eres...

He vuelto al salón, me lo he mirado de nuevo. Luego, para tener los dos a la vista, me he ido a la puerta que los separa. He observado la mesa y lo he visto claro: te vas al salón.

Para ello debía quitar uno de los sofás del salón, pensándolo bien, sólo utilizaba uno, y el otro estaba ocupando un lugar que no le correspondía. Así que como he podido he llevado el sofá a la cocina. Ahora le tocaba a la mesa. Si hubiera sido un perro estaría meneando el rabo emocionada. Con sumo cuidado la he ladeado, la he pasado por la puerta, la he enderezado, he apartado el sofá y la mesa de centro, y la he deslizado hacia su nueva ubicación. Me lo he mirado y rápidamente le he colocado la lámpara encima, luego el ordenador. Esto es otra cosa, he pensado.

Todavía quedaba la cocina y el maldito rincón sin vida y mal aprovechado. He colocado el sofá: ...no estaba mal, pero todavía le faltaba algo... me he asomado al salón: la mesilla y el iPod con la base que me regaló Enric se van a la cocina. Todavía quedaba un rinconcillo medio vacío. Solucionado: la otra mesilla haría de mueble bar. He colocado todo en su nuevo sitio, lo he arreglado un poco y ...perfecto!

El apartamento en el que vivo definitivamente se ha convertido en Mi Apartamento. He hecho una pequeña lista de cosas que todavía faltarían para rematar la faena, me he sentado, me he servido un generoso Martini y me he quedado encantado mirando y remirando la nueva disposición. Me gusta, sí señor, es lo menos que podía hacer.

Está claro, para estar a gusto en un espacio, hay que adaptárselo a uno mismo.

Aquí tenéis unas fotos de cómo ha quedado la cosa:













Muy buenas! A continuación un fragmento extraído de un foro sobre el relativismo en Wikipedia en el que contesto a un tal Nihilo que dijo "O se dice sí o se dice no; pero no las dos cosas". Ya me diréis qué opináis:

"No estoy en absoluto de acuerdo con lo de que "o se dice sí o se dice no, pero no las dos cosas". No siempre las cosas son o blancas o negras, entre las unas y las otras está toda la escala de grises que, en mi opinión, es donde reside el verdadero equilibrio; siendo éste el punto al cual se debe tender. A este respecto, me viene a la memoria la -para mi -acertada máxima aristotélica de "virtus in medio" (la virtud está en el medio).

El problema es que no hay un espacio predeterminado para dicho medio, la cultura y la sociedad nos ha llevado, paradógicamente, a los extremos de las cosas, cuando en realidad lo óptimo reside en el equilibrio entre posturas contrapuestas, es donde se halla el diálogo, la toleranca, la aceptación, etc.

Más aún, entiendo que el espacio de masa gris entre lo blanco y el negro ha sido absorbido por éstos precisamente por que los miembros de la sociedad necesitan creer en algo, ser de algun bando, formar parte de un colectivo de semejantes. Y ello pasa sin cuestionarse genuinamente el porque de las cosas y la verdad que hay ello. Es por ello que lo gris es menospreciado, por que desvela la incertidumbre que tenemos sobre las cosas e ideas, es rechazado porque resulta más cómodo adaptar una idea preconcebida que una resultante de un cuestionamiento personal previo, por temor al rechazo por parte de un colectivo, sea el blanco o sea el negro.

Ello, para decir que, (SI) el relativismo (cultural, o como quiera llamarsele) es válido y una clara expresión de la aceptación de la propia naturaleza humana (la cual comprende todas y cada una de las distintas razas). No obstante, como teoría o ideología es, a su vez, implícitamente relativista, ya que (NO) flaquea en el capítulo de las excepciones como las que se citan en el propio artículo (el tema de la ablación del clítoris, etc.) y ello supondría imponer unas otras formas de entender la cultura o la sociedad sobre otras.

Tengo cada vez mayores dificultades por posicionarme firmemente en los SI y en los NO ya que siempre hay un contrapeso válido en las citadas convicciones, lo que entiendo me lleva a una especie de relativismo, llámese cultural, social, vital, humano, o como se quiera."

Por cierto, ayer nevó tímidamente. Cuajó por la noche, pero por la mañana no se veía ni rastro.

Fins aviat!