20 diciembre 2006



Sin ánimo de caer en el vicio, una vez más debo disculparme por todo este tiempo sin decir palabra!

Imagino que una vez instalado y que las novedades lo son menos, uno pasa a recuperar la rutina perdida. Te empiezas a hacer un sitio en el lugar y ha adquirir tu propio ritmo. Las cosas poco a poco van colocándose en su sitio y ha asentarse, y ello, entre otras cosas, supone tener cada vez menos novedades para contar.

Las semanas se me están pasando volando. A veces me pongo a mirar fotos de cuando llegué (hace ya tres meses) y me doy cuenta de lo rápido que está yendo todo. Los paisajes de entonces tenían mucho más colorido, era el final del verano, y los árboles estaban todavía vestidos de hojas verdes, el cielo era mucho más azul, y la lluvia ni siquiera se insinuaba.

Al cabo de unas pocas semanas, si bien con un poco de retraso, llegó el otoño. Debo confesar que tenía ganas de que llegara, es una estación que a medida que van pasando los años más me gusta. Y Luxemburgo, para un amante del otoño, es una auténtica mina. Sin embargo, el otoño ha sido breve. El paso de los postrados ocres, marrones y rojizos a la nada ha sido fugaz y apenas se ha dejado contemplar. Si por mi fuera, todavía estaríamos en otoño.

La transición al invierno ha sido extraña, se ha ido lo mejor del otoño y no ha llegado lo propio del invierno: el frío y la nieve. El primero va llegando suavemente, y sigue sin hacer el frío que se espera por la época en la que estamos. En cuanto a la nieve, ni rastro, y por lo visto hace un año esto estaba todo blanco. El cambio climático, además de un eufemismo, es un hecho. La lluvia, en cambio, sí ha hecho acto de presencia; por lo visto ésta no falla nunca, yo creo que debería organizarse mejor y repartirse un poco por el continente. Por su parte, poco a poco va llegando la niebla, y por las noches también la escarcha, que lo cubre casi todo y permanece hasta que la luz del día la funde.

Ya estamos a finales de año y no sé porque (aunque puede que se porque esta vez estoy en un lugar distinto…) este fin de año me parece de lo más corriente del mundo. Estamos a día 20 de diciembre, es decir, a cinco del día de navidad y ni siquiera el ambiente por las calles me lo recuerda. Tal vez sea que mi estancia en Luxemburgo, después de estos meses, sigue siendo novedosa y no reparo en los detalles navideños. O será que es una ciudad muy navideña de por sí, …no sé.

Para mi, a pesar de los esfuerzos comerciales y televisivos, la navidad debe ser una época que pierde intensidad durante una temporada de nuestras vidas. No la vivo, ni de lejos, con la intensidad que lo hacía cuando era niño, y tengo la sensación de que, como el mundo de los juguetes, es una intensidad que volverá si algún día tengo hijos.

Como niño la recuerdo como algo realmente fascinante, mágico. Unos días perfectamente delimitados en el calendario mental en los que, entre villancicos, polvorones, pesebres y cartas a los reyes magos, te sumergías en una dimensión hecha a medida. Ahora que lo pienso, a medida de un niño.

Hablando de esto me viene a la mente el estribillo del villancico “Campana sobre campana”, os acordáis? –Qué bonito, eh? Era el que más me gustaba, el que tenía el sonido más navideño de todos. Está claro, la navidad es para los niños y pocas emociones se pueden comparar con las que siente un niño la noche de reyes. Sé que suena a moralista y facilón, y que hay cosas mucho peores, pero creo de verdad que todos los niños deberían poder sentir la emoción que se siente al ver y abrir un regalo traído por los reyes magos. Es sencillamente asombroso. Os acordáis?

En fin, después de este recorrido por el baúl de los recuerdos, aprovecho para desearos unas felices fiestas, y sobre todo, un muy feliz 2007!

3 comentarios:

A las 22:03 , Anonymous Anónimo ha dicho...

BON NADAL, Jordi!! Bon 2007!! Per a mi, els nadals sempre ténen algo... magic. I aquest no ho està sent menys.

Que aquest any et porti tot el que desitjes.

Un petó!!

 
A las 13:11 , Blogger Jordi ha dicho...

Moltes gràcies i igualment Maite!!
Que el 2007 sigui un any clau molt ple de tot allò que t'ompli i desitgis de Veritat!
Un petó ben fort per a tu i per al Pau!
Jordi

 
A las 00:51 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Per mi, que "els Nadals",podrien desapareixer tranquilament del calendari.Aquest any els estic visquent amb molta mes alegria, sembla com si el.... "Vuelve ,vuelve casa por Navidad"...estigues fet a la meva mida, tu has vingut per Nadal , l'Enric ho fera per Reis , i el Francesc i la Nuria continuant venint com sempre, i ting a " l'abuelilla" amb mi, Puc demanar res mes ?.
Fins molt aviat. Isabel.

 

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